Luz de la Paz de Belén 2019

«Vosotros sois la luz del mundo»

… Es el lema con el que el Movimiento Scout Católico (Scouts MSC) ha celebrado este año el reparto de la Luz de la Paz de Belén. El encuentro giró en torno a la recepción y entrega de la llama con un mensaje de paz, amor y esperanza, símbolo de unidad y compromiso en la construcción de un mundo mejor.

Scouts MSC participa en esta iniciativa nacida en Austria, que tantos kilómetros ha recorrido, desde 1999. En ella, un niño visita cada año la gruta del nacimiento de Jesús, en Belén, enciende una llama y la lleva a Viena. Una vez en la capital austriaca, se realiza una celebración ecuménica a la que acuden delegaciones scouts de distintos países europeos, así como asociaciones y organizaciones sociales reunidas con un mismo fin: transmitir ese símbolo de paz a toda la sociedad.

Un grupo de scouts españoles, desplazados a la capital austriaca en representación de Scouts MSC, recogieron allí la llama para traerla a España.

 

Este año ha sido para nosotros muy especial porque la Asociación de Scouts y Guías Adultos de Madrid ha sido invitada a participar en la organización del evento y nos hemos sentido honrados por la llamada y satisfechos por la mayoritaria respuesta de los miembros de ASGAM, que una vez más han hecho suyo nuestro lema: “ILUSION POR EL SERVICIO”. Las tareas asignadas fueron de nuevo, el control de acceso por las distintas puertas de entrada al templo, la entrega de las velas a los cientos de asistentes de todos los grupos de SdM y la ayuda en la distribución y acomodo de los distintos grupos e invitados.  Un montón de scouts de todas las edades, antiguos scouts, familiares, amigos y simpatizantes, todos, participando con alegría, sentados o de pie, por todos los rincones de la iglesia, con su grupo, con sus hermanos scouts.

Más de 1.800 personas, entre niños, niñas, jóvenes y adultos pertenecientes a los distintos grupos Scouts MSC de Madrid que se dieron cita el sábado 21 de diciembre en la catedral de Santa María la Real de la Almudena para la celebración que dio comienzo a las 12 horas, presidida por el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid. La catedral se vistió de colores con las camisas de miles de scouts en una ceremonia en la que los verdaderos protagonistas fueron los niños y niñas scouts y la Luz de Belén.

El Cardenal Osoro ofició la ceremonia en la que en su homilía nos ilustró sobre el significado de la Luz Verdadera que es Jesús, y nos hizo participes de su inmensa alegría al sentirse rodado de los scouts de Madrid y el significado y simbolismo del acto de compartir la Luz de la Paz entre todos los scouts católicos,  pidiéndonos cundir con el ejemplo y ser luz para los demás en toda ocasión. Todas las ramas participaron en excelente organización y cada una tuvo su protagonismo, desde los castores hasta los rutas pasando por lobatos, exploradores y pioneros.

El momento más impresionante de la mañana y cargado de significado se vivió con la llegada de la llama encendida en Belén, cuna del cristianismo, que ilumino velas y candiles. Miles de velas encendidas trasmitieron la alegría de ser scout y celebraron la llegada de la Navidad.

Ver como se extiende la Luz por todo el templo como un pequeño amanecer interior, como unos y otros hacen una piña, como cantan con el coro, mejor o peor no importa. Momento entrañable, emotivo  e inolvidable para todos;  esa renovación de nuestro compromiso común, de trabajo y de fe,  y ver cómo nuestra promesa ha reunido a tantos scouts de nuevo.

 

Vosotros sois la luz del mundo.

 

Terminada la ceremonia de la Luz de la Paz de Belén, llego el momento más importante del día para nuestros compañeros de la Guilda Talavaira, la promesa de nuestra hermana Victoria Siroshtan, que tuvo lugar en los jardines de la salida de la Catedral de Santa María la Real de la Almudena por la calle Bailén a los pies de la estatua del Papa Juan Pablo II.

 

Victoria pudo realizar su promesa ante el resto de los asistentes que compartieron un intenso, emotivo e íntimo momento scout, para arroparla  en su compromiso.

 

La bendición la recibió del cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid que nos honró con su participación en el acto, al que aprovechamos la ocasión para agradecerle su presencia.

 

 

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