2000 muchachos, desde castores hasta clan, San Jorge ha vuelto en mayo.
El servicio comenzó desde temprana hora en la hípica, el sábado ASGAM hicimos acto de presencia con Inma y Juan.
Sierra de Madrid, 2000 participantes y más de 28 grados, en el programa el equipo 12 ya tenía programado su servicio, nos tocarían los baños, sin embargo el calor decidió otra cosa, y que mejor servicio que ser aguadores para todos los chicos, con el calor que hizo ese día, Juan e Inma se la pasaron al pendiente de algo tan sencillo como indispensable que fue mantener a los muchachos hidratados en medio de ese calor todo el sábado, así como dejar los baños para que los chicos fueran con confianza y en general apoyar para el San Jorge.
El amanecer del domingo fue otra historia, la noche anterior había llovido así que esa mañana, después de recoger a Inma en Renfe, Santi S. y yo, llegamos tempranito, lo primero, ayudar poner la base del circo, luego, nos mandaron a cocina, así que nos pusimos a las órdenes de Alex, pero como no había llegado la comida, decidimos dar una vuelta a ver qué veíamos y como no, echar una mano donde se pudiera… Y se pudo, además de disfrutar de la alegría de los muchachos, fuimos haciendo nuestra particular batida… papel por aquí, mascarilla allá, papel aluminio, cartón, algún campamento desastre, otros como patenas, torear la alegría de los Lobatos para que no nos arrollaran, (aunque su alegría siempre contagia) y esas cosas que pasan en un San Jorge, en la cocina lo que tocó… lavar, cortar, fijar la tienda de la cocina el suelo que ya el aire se la llevaba un poco.
De paso seguir acarreando cosas para arriba y abajo. Ya cercanos a la hora de la comida nos toca cambiar de misión, hubo que ir de equipo de seguridad a la puerta de la hípica, orientar a los que llegaban, ayudar con el tráfico y seguridad.
A dos nos tocó perdernos la clausura, pero servicio es servicio, así que lo disfrutamos de lejos.
Eso sí, la paella estuvo de muerte tanto la veggie como la original con su ensalada, pero no hubo mucho tiempo de comer, mientras estábamos en nuestro puerto de vigías, empezaron a llegar los autobuses a recoger a los diferentes grupos, y la carretera comenzó a quedarse pequeña, todos a una, se fue organizando, los walkies echaban humo, pero al final se logró aparcar a los autobuses y regresar el orden para concluir este San Jorge.
Santi y yo tuvimos que retirarnos un poco antes pero se quedó nuestra valiente Inma a cargo de la entrada.
¡Y vaya que sí fue valiente!, dieron las 7, ya casi no había nadie en el campamento y fue cuando por fin se retiró de su puesto. ¡Gracias Inma!
!Y gracias a todos por este servicio!
Amor por el servicio.
SLPS
Aries R.
